sábado, 28 de abril de 2012

EL PERDON, EL MEJOR REGALO QUE PUEDES DARTE!

Muchas personas piensan en el perdón como un regalo que van a dar a alguien más, y no es así, el perdón es un regalo para ti mismo. Cuando perdonas, quién recibe bendición eres tu!

REGALOS DEL PERDÓN

1. Reconciliación. El perdón te conduce a un proceso de reconciliación. Esto no implica que tengas que hablar personalmente con aquella persona por quien te sentiste lastimado, simplemente tráela a tu corazón y limpia tus resentimientos con ella.

2. Armonía en las relaciones. Con el perdón dejas atrás heridas y sentimientos dolorosos, cortando así las cadenas que te hacen daño al mantenerte atado a los demás.

3. Paz Interior. El perdonar te descarga y te ayuda a sentirte más liviano. Cuando tienes un resentimiento con alguien te ves triste, rígido, se te endurece el rostro.

4. Libertad. El perdón te libera de ataduras, del pasado.

5. El perdón te trae el regalo de la salud y la alegría. Muchas enfermedades nacen de resentimientos o ira reprimidos, que terminan produciendo en el organismo sustancias dañinas que afectan nuestra salud y bienestar.

6. Paz con Dios al obedecer Su Palabra. “Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda”. (Mateo 5:23-24)

Perdonar no es más que aprender a ver las cosas de otra manera, no rotular ni juzgar a nadie. Resentir es no permitir que la herida sane para poder vivir en el presente. El pasado no lo podemos cambiar pero lo podemos observar de otra manera, como un aprendizaje, caemos pero nos volvemos a levantar con mayores fuerzas ya que Dios nos capacita así.

miércoles, 25 de abril de 2012

D E C I S I O N E S

Toda nuestra  vida se basa en decisiones. Desde que te levantas hasta que te acuestas estás decidiendo, por eso  los resultados que estás teniendo es por las decisiones que estás tomando. Dios nos dio la libertad de elegir la vida o la muerte, la bendición o la maldición, el éxito o el fracaso, el camino ancho o el camino angosto. Nadie más puede determinar tu éxito o tu fracaso, tu felicidad o tu infelicidad. Tú eres  responsable de tu destino. Tu puedes decidir ser feliz o enojarte, preocuparte o confiar en Dios.
 
Cuando no tomamos decisiones, lo que estamos diciendo es que tenemos miedo de fracasar. Esperamos que otros tomen la decisión y así excusarnos de que ellos son los culpables de tu situación. Esta es la historia que hemos escuchado desde el principio, cuando Adán y Eva estaban en El Edén y decidieron comer la fruta prohibida, luego él la culpa a ella y ella a la serpiente, y así  vamos por la vida echando culpa a nuestros padres, cónyuges, maestros, amigos y otros.
 
La clave para tomar buenas decisiones la encontramos en Proverbios 3:5-7 (DHH) “Confía de todo corazón en el Señor y no en tu propia inteligencia. Ten presente al Señor en todo lo que hagas, y él te llevará por el camino recto. No te creas demasiado sabio; honra al Señor y apártate del mal”. Las decisiones correctas traerán gozo, las incorrectas lamentos. Elige bien!