Dios es
como el azúcar en mi café, yo no veo el
azúcar que está dentro de la taza, pero si no lo tuviera no tendría sabor.
Dios
está siempre presente en nuestras vidas, aunque no lo veamos, más si no fuera
por Él, nuestra vida estaría sin sabor.
Feliz y bendecido día!
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